Siempre he dicho que mi padre, Jimmy Menéndez, fue un eximio fotógrafo. Este retrato me lo hizo en nuestra casa de entonces, situada en el Paseo del Prado, 46, de Madrid. Un retrato donde, como todas las veces que lo hizo, supo plasmar toda mi esencia y personalidad. Y eso está al alcance de muy pocos.
Seguimos disfrutando del tenis. Seguimos aprendiendo, en esta ocasión me tocó partido con Óscar Sierra, gran jugador, de los míos, autodidacta, luchador y muy rojiblanco, más no se puede pedir. Aúpa Atleti!!!